Das kann man sich nur rein ziehen....
Dudaron que fuera un no vidente
Restaurante impide ingreso a ciego por tener perro lazarillo
Un restaurante y bar de Minas impidió el ingreso a un ciego porque se conducía con su perro lazarillo.
Los propietarios del negocio dijeron desconocer la normativa que
permite el ingreso de animales a comercios del sector gastronómico.
LAVALLEJA | P.MELGAR/F. BONHOMME 23 abr 2014
El sábado 19, Alberto Calcagno, presidente de la Fundación de Apoyo y
Promoción del Perro de Asistencia, se dirigió a Minas junto a su familia
para participar de la peregrinación a la Virgen del Verdún. Calcagno es ciego y se mueve con su perra Sunee para todas partes.
Al mediodía, en medio de una muchedumbre que recorría la plaza
principal de la ciudad, resolvió almorzar en un restaurante céntrico.
"No habíamos dado más de tres pasos dentro del local cuando una señora
nos dice que no podemos entrar con el animalito. Cuando le explicamos
que se trata de un perro guía, nos repite que no podemos entrar, que
ella no conoce de los perros guía y que menos conoce las leyes, que le
explicamos", narró a El País.
Calcagno manifestó a la mujer que estaba en condiciones de acudir a la Policía para hacer cumplir con la normativa.
"Pero que como no tengo interés en quedarme en un lugar donde me
discriminan, nos retiramos. En ese momento aparece un señor que, para
justificar la actitud de la señora pregunta: `¿cómo me puede convencer
de que usted es una persona ciega?", detalló el hombre.
El propio Calcagno aseguró a El País que en ese momento calificó a sus
interlocutores como "ridículos" y "discriminadores. Posteriormente se
retiró del lugar junto a su familia.
Anoche El País consultó sobre el episodio a los propietarios del negocio.
Al respecto, la mujer confirmó que desconoce la normativa a los perros
lazarillos y que junto a su hijo se molestaron porque Calcagno fue
"prepotente". Por otro lado, la comerciante se preguntó: "Si el perro levanta la pata y orina cuando la gente está comiendo, ¿qué hacemos?".
El hijo de la propietaria del comercio aseveró a El País que no concibe
la entrada de animales a un lugar donde se venden comidas.
Con respecto a sus dudas sobre el padecimiento del cliente, dijo que
"hoy en día andan mucho malandros y uno no sabe con qué intenciones
entran al comercio".
No es la primera vez que, por circular con un perro lazarillo Calcagno tiene problemas. El año pasado le impidieron ingresar a un restaurante de Montevideo porque la IMM así se lo informó al dueño del comercio.
Sin embargo, la realidad es que el decreto 455 que reglamentó la ley
18.651, dice "reconózcase y garantícese en todo el territorio a toda
persona con discapacidad que vaya acompañada de perro de asistencia o
perro guía, el derecho a acceder, junto con él, a cualquier lugar
público (...)".
Unter den Kommentaren steht wo das ist.
AntwortenLöschenEn defensa de la buena reputación del resto de los comercios de la plaza Libertad en Minas, se debe decir que el "restaurant" es el CAFE BERTOCHI, un bar mugriento que junta borrachos nada mas. Nada que ver con la calidad del resto de los veradaderos restaurantes del lugar.
"BAR BARTOCHI" en la esquina cruzada con la Jefatura de Policía, en plena plaza céntrica
Es ist in dem Sinn kein Restaurant, eher eine kleine Kneipe.
LG
Rita
Danke, sollte man sich merken. Da wir sehen können...wie war der Name? CAFE BERTOCHI. Also eher eine Bar, ist vollkommen egal ins CAFE BERTOCHI gehe ich nicht rein....also denkt daran wenn ihr das CAFE BERTOCHI seht ob ihr nicht dahin geht wo man Behinderungen integriert und nicht isoliert. Auch wenn es sicher dem Hund galt die Ablehnung, macht die Sache nicht besser. Ausgerechnet auf dem "Plaza Libertad". Das gilt wohl nicht für Alle.
AntwortenLöschenmuy triste...