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Samstag, 28. September 2013

Glück und Wahrheit



In diesem Jahr erhält die erste Generation von Absolventen in Atmosphärische Wissenschaften, die ersten Wissenschaftler von einem Element, dass Uruguayer viel zu wissen, das Wetter scheint. Vielleicht ist jetzt nehmen wir es ernst.
Die uruguayische Air Force betreibt eigene synoptischen Analysen, die grundlegende Daten für die Luftfahrt-Aktivität liefert. Die Marine produziert drei-Tages-Vorhersagen.  Wie schön das wenigstens einige Bescheid wissen.


Francisco Marques

Wenn Sie denken, es ist unglaublich, dass Wettervorhersagen  nicht die Priorität in diesem Land haben, dann liegen sie richtig ", sagt ein Fachmann vor Ort in Klimafragen.

Y un poco de razón tiene. Todo, desde las decisiones cotidianas hasta las principales emprendimientos del país -energía, turismo, agricultura, por ejemplo-, se basa en la evolución del clima. Según estimaciones, un 70% de la economía uruguaya depende de una correcta interpretación de los fenómenos meteorológicos. Si, por lo menos desde aquel devastador temporal de 2005, hasta que haya clases o no depende de cómo va estar al día siguiente. Es por cosas como estas que un sistema meteorológico adecuado resulta estratégico para el país. Una estrategia que no siempre se cumple.

La ausencia de un sistema de pronóstico moderno atiende a motivos económicos y tecnológicos. Y encima no hay una gran confianza en los meteorólogos, un recelo que muchas veces tiene motivos fundados y por qué no, también porque desconfiar de los pronósticos del clima ya es parte de los uruguayos.

Hasta ahora los meteorólogos eran técnicos o hasta idóneos en asuntos del clima. Muchas veces parecía más importante el carisma frente a las cámaras que los conocimientos propiamente dichos.

Este año saldrá la primera promoción de licenciados del Instituto de Ciencias Atmosféricas de la Facultad de Ciencias, lo que profesionalizará la tarea.

Aquel temporal de 2005, con millones de dólares en daños y ocho muertos, marcó un antes y un después en la credibilidad popular. Lo que se venía fue previsto por la empresa privada brasileña de meteorología Metsul, e ignorado por los servicios locales.

Ocho años después, si bien las condiciones parecen haber mejorado, el temporal de la semana pasada desnudó la desorganización del sistema. Un servicio meteorológico en paro, pronósticos contradictorios entre los especialistas, y hasta un prosecretario de Presidencia que acusa a un servicio internacional de predictores por utilizar el término técnico "ciclón extratropical".

Pero confiados o no, recurrir a los pronósticos resulta inevitable. Por su rapidez y practicidad, servicios internacionales como Accuweather, Weather Channel o Windguru -la página web que atienden los surfistas, por ejemplo- son algunas de las principales referencias. Pero los servicios locales todavía ocupan un lugar.

El clima puede ser predecible, pero predecirlo no es infalible. Daniel Bonora, director de pronóstico del tiempo de la Dirección Nacional de Meteorología (DNM), dice que es imposible evitar algún error. Hasta los servicios más importantes del mundo tienen un porcentaje de pronósticos errados. Pero acá, dice, pasa lo mismo que con el fútbol: todo el mundo piensa que sabe de meteorología. Y en este país, al igual que ocurre con los directores técnicos, hay tres millones de meteorólogos. Y, como en el fútbol, sólo se recuerdan las malas actuaciones.

"Nuestro trabajo consiste en interpretar modelos numéricos de pronósticos, que simulan el comportamiento de la atmósfera", dice Bonora. "Podemos interpretar perfectamente las señales que da ese modelo, pero no deja de ser una simulación". La atmósfera es un fluido caótico. La presión del aire, la temperatura, las cadenas montañosas, las corrientes oceánicas y muchos otros factores aportan lo suyo. Un 100% de efectividad no existe. Pero se pueden reducir los errores.

A la hora de las predicciones, existe una variedad de modelos numéricos de predicción, tanto a nivel global como regionales. La Dirección Nacional de Meteorología se basa principalmente en el modelo Weather Research and Forecast (WRF), disponible en su servidor. Ingresando un par de propiedades -indescifrables para quien no posea un mínimo conocimiento- puede observarse en el mapa cómo va modificándose el clima por encima del país. Pero esos modelos hay que saber interpretarlos.

La población puede no tener gran confianza en meteorología, pero los números, el porcentaje de efectividad es bastante alto. Según Bonora, los controles de calidad de los pronósticos indican que se cumplen en un 80% de los casos. Un porcentaje que supera, dice, a muchos países de la región debido a que "somos más estrictos".

La Dirección Nacional de Meteorología es la autoridad nacional en la materia. Sigue dentro del organigrama del Ministerio de Defensa, aunque el Parlamento ya votó que saliera de su órbita y que se creara una comisión interministerial para analizar la situación, según informó el Portal 180; eso fue hace un año y aún no se avanzó.

Según Beatriz Cuello, su directora, los pronósticos no son la única función del servicio. Tiene otras tres áreas sustantivas: Climatología y Documentación, Estaciones y Telecomunicaciones, Meteorología Aeronáutica. El sitio web de Meteorología tiene un promedio de 200.000 visitas mensuales. Pero un paro de funcionarios limita los servicios desde hace más de tres meses. En mayo hubo más de 330.000 visitas, pero desde que se inició el paro empezaron a disminuir: la Dirección Nacional de Meteorología no realiza pronósticos meteorológicos desde entonces. Únicamente para los casos de alerta.

En la plataforma del conflicto está, precisamente, la salida del organismo de la órbita de Defensa, además de un reclamo salarial. Con este panorama, no resulta difícil entender que muchos todavía recurran a los expertos privados.

Núbel Cisneros, meteorólogo de Telenoche 4 y de Televisión Nacional, recurre a diferentes modelos globales a la hora de realizar un pronóstico: estadounidense, europeo, japonés, y al cruzar resultados, obtiene una conclusión. En los pronósticos del futuro más cercano -de tres a cinco dias- el margen de error es escaso Pero cuando estos se extienden a 10 días, las probabilidades de acierto se reducen hasta un 10%. De ahí para adelante ya no son pronósticos, son tendencias. Aunque muchos meteorólogos no lo aclaran cuando dicen en marzo cómo va a estar el invierno. Quizás jueguen a que nadie se acuerde de lo que dijeron.

Según Cisneros, la gente le reconoce más sus aciertos que sus errores, aunque siempre hay alguno que le reclama por un par de grados mal pronosticados. Sus predicciones, dice, tienen una efectividad de entre 85% y 90%.

Nimbus Weather Services es la empresa de investigación meteorológica y climática privada más grande del país. Tiene un red propia de estaciones que le permiten cubrir una extensión de mas de 1.000 kilómetros. Su servicio consiste en instalar estaciones meteorológicas y equipos que permiten la recolección de datos. Empresas del sector agropecuario, parques eólicos, el puerto de Montevideo y la minera Aratirí se basan en sus conclusiones.

Juan Luis Pérez, director de Nimbus, dice que el margen de error siempre existe, y aumenta con el tiempo. Por eso él solo realiza predicciones de hasta 120 horas para delante. La empresa cuelga dos pronósticos del tiempo por día. Su página cuenta con mas de 500.000 visitas mensuales; sus horas pico son la madrugada y de noche.

Los meteorólogos locales continúan cumpliendo un rol fundamental, pero internet ha brindado otras opciones a la hora de informarse.

El ingeniero agrónomo Eduardo Blasina, conduce Tiempos de Cambio por Radio Rural, donde ademas de analizar mercados agropecuarios, se reserva un espacio importante a informar sobre el clima. Su programa es de los más populares entre los productores.

Blasina aclara que él no es meteorólogo, por lo que simplemente reproduce informes de diferentes servicios internacionales. Su blog agriculturaglobal.blogspot.com contiene enlaces de los servicios en los que basa sus informes. Desde sitios conocidos como AccuWeather, hasta yr.no, un servicio noruego. Para Blasina, el medio preferido por los productores rurales a la hora de conocer el pronóstico hoy es internet.

Según Marcelo Barreiro, profesor del instituto de ciencias atmosféricas de la Facultad de Ciencia, los sitios web, en general, funcionan a través de modelos de predicción automáticos, sin ser verificados por un meteorólogo. Pero todos los modelos tienen errores, y deben ser verificados, complementando los resultados que se obtengan de otras fuentes.

Según Barreiro, los avances en tecnología y herramientas generaron que la formación del meteorólogo tuviera que ser cada vez más completa, y la principal falencia del sistema meteorológico uruguayo son los recursos humanos.
La capacitación.

La Escuela de Meteorología es la encargada de formar a los técnicos meteorólogos en tres niveles. Esta ha sido la base de la formación desde 1940, pero hasta hace uno años no existía un instituto especializado en la formación universitaria.

En 1996 hubo un primer intento de formar expertos en el clima, dentro de la Facultad de Ciencias. Pero la falta de estudiantes y profesores calificados llevó a una disolución bastante rápida. Se ve que el temporal de 2005 replanteó algunas prioridades, ya que dos años después, finalmente se inauguró la Licenciatura de Ciencias de la Atmósfera. Hoy, el instituto cuenta con unos 25 aspirantes por año y se espera que este año se gradúen los primeros licenciados.

Según la propia Organización Meteorológica Mundial, la carrera de meteorólogo implica un conocimiento extenso de matemáticas, física y química. Conocimientos que exceden a la tecnicatura en meteorología otorgada por la Dirección Nacional de Meteorología. Según Barreiro, la Licenciatura de Ciencias de la Atmósfera es equivalente a la de licenciado en Física o Ingeniería.

Con esta nueva formación, se espera que el país se ponga a tiro con el resto del mundo, ya su vez brindar especialistas que constituían una de las principales carencias del sistema y para los que hay una demanda alta. Todos los organismos que manejan información meteorológica necesitarán de estos profesionales. Ya se encuentran trabajando, incluso antes de graduarse, en UTE, el LATU, y la represa de Salto Grande.

Pero la formación debe ser acompañada por inversión en infraestructura. Para Barreiro, por ejemplo, resultaría fundamental la adquisición de un par de radares doppler, para pronosticar granizo, turbonadas, tornados, viento y precipitaciones. "Es paradójico que tanto públicos como privados dependamos de radares brasileños o argentinos para ver lo que ocurre en nuestro propio país", dice Pérez, el director de Nimbus Weather Services.

Claro, semejante inversión puede costar más de un millón de dólares, aunque el costo es relativo y, comparando con lo que ocurrió en el temporal de 2005, podría terminar saliendo barato.

Igual, los uruguayos seguiremos hablando del clima como si supiéramos. Pronosticando, muy sueltos de cuerpo, tormentas o días soleados a base de sabiduría popular más que de ciencia. Eso no lo va a cambiar ni toda la tecnología del mundo.
FLOJOS EN CULTURA CLIMÁTICA

Si bien los meteorólogos se equivocan, el resto tampoco es inocente. Según Marcelo Barreiro, de la Facultad de Ciencias, no existe una gran cultura meteorológica en la población. Y tampoco se interpretan bien los informes. Por ejemplo, los tornados y ciclones tropicales siempre existieron, aunque suenen llamativos. "Qué no se haya utilizado estos términos es un problema de cultura" dice.
TIEMPO DE LAS ARMAS

La Fuerza Aérea Uruguaya realiza sus propios análisis sinópticos, que brindan datos fundamentales para la actividad aeronáutica. La Armada Nacional elabora tres pronósticos diarios, que facilitan la navegación marítima.

Fuente: El Pais

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