La tercera parte de Rocha está bajo agua y dos pueblos aislados reciben ayuda por aire.
JUAN PABLO CORREA 25 abr 2016
Los intendentes nacionalistas de los tres departamentos cuya caminería
rural resultó más dañada por las intensas lluvias de este mes, no están
conformes con los primeros anuncios del gobierno sobre la asistencia que
recibirán sus comunas para los arreglos y tienen muchas dudas que
procurarán que se aclaren en el Congreso de Intendentes que se realizará
mañana.
Colonia es el departamento que presenta más dificultades con 2.200
kilómetros "afectados seriamente" (aproximadamente el 80% de la red).
Su intendente, Carlos Moreira, dijo a El País que los $ 40 millones
(unos US$ 1,3 millones) que anunció para su departamento el sábado
pasado el presidente Tabaré Vázquez tras el Consejo de Ministros
realizado ese día, son "muy insuficientes".
"Que nos expliquen. Además queremos saber si son recursos
extraordinarios. Nuestros cálculos indicaban que necesitábamos US$ 8,5
millones. Yo no sé si hicieron un relevamiento. Nosotros sí, sacamos
seis camionetas del Departamento de Obras a recorrer", señaló Moreira.
Según el intendente, "se requieren recursos excepcionales para una
situación excepcional. No queremos hacer daño a otro departamento ni
sacar ventaja política, pero hay una necesidad básica impostergable y se
requieren soluciones ya. Habíamos encontrado a la Intendencia en mala
situación y veníamos con austeridad, pero si tenemos que destinar US$ 6
millones o US$ 7 millones nuestros, ahí eso me ahoga", explicó Moreira.
En el caso de Florida, departamento al que se asignarán $ 66 millones,
su intendente Carlos Enciso dijo a El País que "no hay claridad respecto
a si se recibirán recursos complementarios o si serán adelantos de lo
que ya tenemos asignado".
"Tenemos la expectativa de que se aclare porque hasta ahora no tenemos
una comunicación oficial ni la tiene el presidente del Congreso de
Intendentes", señaló Enciso.
Al intendente le preocupa también mucho partes de Ruta 7 que están en
mal estado al este del departamento, y el tramo de 50 kilómetros de Ruta
14 que une las rutas 6 y 7. La situación será analizada en una reunión
de los intendentes blancos, previa al Congreso de jefes comunales del
martes.
El intendente de San José, José Luis Falero, señaló que los $ 40
millones que se destinarían a su Intendencia para reparaciones urgentes,
permiten poner en marcha "alguna licitación", pero que están "lejos de
lo que se necesita".
"En un anterior temporal, que no fue tan grande, se requirieron casi
US$ 6 millones y ahora creemos que hacen falta algo más. De 900
kilómetros que relevamos, casi 350 se tienen que hacer a nuevo", dijo el
intendente.
Drama en Rocha.
La situación en el norte de Rocha es "caótica y nunca vista", dijo el
diputado nacionalista de ese departamento Alejo Umpiérrez. El legislador señaló que los pueblos de Barrancas y Cebollatí siguen totalmente aislados.
En el caso del primero está sin luz y hoy llegarán allí 2 generadores
privados para que los habitantes puedan al menos cargar sus celulares,
dijo el legislador.
"La tercera parte del departamento está bajo agua, 300.000 hectáreas.
En algunos puntos hay 20 centímetros de profundidad y en otros 1,5
metros", señaló. Miles de hectáreas de arroz están sumergidas y "hay ganado que come dentro del agua", dijo Umpiérrez. El legislador había pedido la semana pasada que se declarase en emergencia agropecuaria el norte del departamento.
Hoy el Poder Ejecutivo la declarará para esa zona y para la séptima
sección judicial del departamento de Treinta y Tres lo que permitirá a
los productores acceder a raciones ya créditos blandos.
Para Umpiérrez, deben estudiarse soluciones de fondo para canalizar en
unos 80 kilómetros el agua del río Cebollatí a la Laguna Merín retomando
iniciativas que se estudian desde hace décadas porque "es insostenible
que esto pase todos los años". "Los productores ofrecen maquinaria, combustible y mano de obra", señaló.
En Rivera la situación se complicó ayer.
A raíz de las intensas lluvias, treinta personas fueron evacuadas y
alojadas en el Club Cuñapirú, frente al Regimiento de Caballería 3. El
intendente Marne Osorio recorrió los barrios de la ribera del arroyo
Cuñapirú, y prometió realizar gestiones en Montevideo. Entre las 3:30 y las 7:00 el registro pluviométrico en Rivera llegó a 65 milímetros.
Luego siguió lloviendo y se llegó a 85 milímetros a la hora 18. A raíz
de las intensas precipitaciones, varias familias de la calle Leguisamón
se autoevacuaron. En Tranqueras, fueron evacuadas varias personas en la mañana de ayer.
Los pobladores de Minas de Corrales no pueden salir por Ruta 29 que es
la que comunica con el paraje Manuel Díaz, límite de Rivera y
Tacuarembó, debido a que el arroyo Cuñapirú está fuera de su cauce. Se espera que siga así una semana más.
Sesión especial
Por otro lado, el presidente de la Cámara de Representantes, Gerardo
Amarilla, realiza gestiones para que el miércoles la Cámara Baja realice
una sesión extraordinaria para dar entrada a dos proyectos, uno
colorado que apunta a establecer modificaciones al seguro de paro de los
trabajadores de Dolores de manera excepcional, y otro del sector blanco
Todos para que se exonere a los habitantes de la ciudad de las tarifas
de UTE, Antel y OSE por tres meses. La Cámara Baja donará 12.000 botellas de agua a esa ciudad.
Muchos evacuados en Durazno y Paysandú
El número de personas desplazadas era de 11.257 en todo el país hasta la tarde de ayer. De ese total de personas desplazadas 2.330 son evacuados y 8.927 son autoevacuados.
Las situaciones más graves se dan en Durazno con 5.173 desplazados y Paysandú con 2.278. Hay todavía 28 cortes de ruta, de los cuales siete son en Rivera, cuatro en Rocha y cinco en Florida.
Para hoy y mañana están previstas precipitaciones aisladas y para el miércoles también hay posibilidades de lluvias.
El río Cebollatí, que mantiene aislados al pueblo del mismo nombre ya
Pueblo Barrancas, comenzó a retroceder pero, por otro lado, comenzó a
subir el río Cuareim en Artigas.
Por otro lado, en Dolores más de 700 familias recibieron el sábado una
canasta de alimentos, y la intención del municipio es que hoy las 22
personas que están alojadas en el estadio puedan ser redistribuidas en
casas de familia o contenedores-vivienda, para que el complejo retome
las actividades deportivas, dijo su alcalde Javier Uttermark.
El gobierno calcula que superar las secuelas del tornado de Dolores y
de las inundaciones demandará unos US$100 millones que en parte podrían
provenir de algún crédito internacional. Las reparaciones de las rutas nacionales de alto tránsito demandarán US$ 30 millones y la caminería rural unos US$ 12 millones. En Dolores se construirán 500 casas.
(Producción F. Fernández)
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