Samstag, 2. November 2013
700 besetze Grundstücke in 4 balnearios
700 Grundstücke wurden illegal in Neptunia , North Salinas und Pinamar Marindia in 10 Jahren nach Schätzungen des Bürgermeisters von Salinas besetzt. Das Phänomen ist in El Pinar, Cuchilla Alta und Parque del Plata. Auch das ist Uruguay....
Fotoreihe...
Eduardo Barreneche
"Por eso no brindamos más información en el municipio de Salinas sobre deudas o casos de derechos posesorios, salvo que el dueño presente los títulos de propiedad. Lo que está ocurriendo acá (Neptunia Norte) es una bola de nieve", dijo a El País el alcalde interino de Salinas, Héctor Joney Silva (Frente Amplio-Asamblea Uruguay).
La Alcaldía de Salinas, que lleva un registro de cada una de las ocupaciones en la zona, constató que los fraccionamientos irregulares en Neptunia Norte replican estrategias aplicadas en otros balnearios. Estas son: loteos clandestinos realizados con las firmas de escribanos mediante la venta de los derechos sucesorios; negocios de predios entre particulares por precios que oscilaron entre $ 10.000 y $ 90.000 y ocupaciones de lotes sin pagar nada hechas por personas desesperadas en tener un lugar donde levantar una vivienda precaria tras recibir informaciones de familiares o amigos.
También se sospecha de ventas de terrenos hechas por empresas que poseen grandes superficies de tierra en esos balnearios pero que adeudan sumas millonarias a la Intendencia de Canelones por concepto de contribución inmobiliaria. Como los tributos municipales superaban el valor del bien, decidieron fraccionarlo en forma irregular.
Las ventas fraudulentas de terrenos en la zona balnearia derivó en investigaciones administrativas y en sumarios a funcionarios de la Intendencia de Canelones, ya que estos vertían informaciones sobre predios con deudas que superaban los 30 años.
Según el alcalde, "se sospecha" que existe participación de funcionarios municipales en las maniobras con derechos posesorios en la zona balnearia. Agregó que tres empleados canarios fueron removidos de sus cargos y otros siete sumariados.
Oleada.
La "moda" ahora es ocupar predios en Neptunia Norte, el único balneario que aún tiene grandes superficies cercanas a la Interbalnearia.
Silva estimó que, solo en Neptunia Norte, ya hay unos 120 terrenos ocupados en forma ilegal. Agregó que la mayoría de los ocupantes son personas de trabajo que no pudieron acceder a la vivienda en Montevideo aunque hay otros que no tienen hábitos laborales porque la inseguridad se incrementó en la zona.
Muchos de los terrenos ocupados en Neptunia pertenecen a argentinos, quienes compraron la totalidad de los bienes o lo señaron con la promesa de que los lotes se encontraban a poca distancia del mar. Cuando descubrieron que habían sido engañados, los abandonaron. Otros inmuebles pertenecen a empresas.
En los últimos 15 días, una nueva "oleada" de ocupantes provenientes del barrio 40 Semanas (Montevideo), Colonia Nicolich, Toledo y El Pinar (Canelones) y de otras zonas del interior del país, realizaron marcaciones con piolas, tanzas y nylon de color amarillo para dividir las distintas parcelas. Por ejemplo, sobre la calle Los Naranjos ubicada al norte de la Ruta Interbalnearia, se observa una serie de rancheríos hechos por costaneros de una sola pieza. La mayoría de ellos están deshabitados porque los "ocupas" consideran que les generan derechos sobre la propiedad pese a no estar en el lugar. En otros hay familias con niños. (Ver nota aparte).
Al final de la calle Los Naranjos (Neptunia Norte), hay un pequeño barrio donde la mayoría de las casas fueron levantadas sobre terrenos adquiridos mediante la transferencia de derechos posesorios.
"Las ocupaciones irregulares de terrenos no ocurren solo en Neptunia. También suceden en otros balnearios" de Canelones, dijo Silva.
Según estimaciones efectuadas por la Alcaldía de Salinas, en la última década fueron ocupados, en forma ilegal, unos 700 terrenos en los balnearios ubicados entre Neptunia y Marindia. En el asentamiento de Neptunia Norte, hay unos 120 predios ocupados; en el de Tropa Vieja, 200; en Pinamar Norte, 80 y en Marindia unos 300.
Por ejemplo, una funcionaria del Juzgado Penal de Atlántida compró recientemente una casita en el balneario San Luis. Un individuo adquirió los derechos posesorios del terreno de al lado por $ 30.000 y ya le comunicó que levantaría allí un rancho de costaneros.
Amenaza.
Frente a un pequeño barrio campestre privado que, en forma inusual carece de garitas y guardias privados, hay un predio de 60 hectáreas. En el otro extremo del barrio privado se encuentra la Ruta Interbalnearia y sus otros dos límites laterales son el arroyo Pando y la Ruta Interbalnearia.
Hace menos de un año, un ocupante instaló un rancho cerca del peaje Pando. Hoy son casi una veintena. El temor de los propietarios de las 14 casas en barrio es que todo el predio se transforme en un gran asentamiento. "Con los ocupantes de Neptunia Norte ya se incrementó la cantidad de basura y los robos. Pretendemos que haya un plan de ordenamiento territorial y de vivienda para regularizar la situación en la zona", dijo un vecino a El País.
Los vecinos de Neptunia Norte se quejan de la inacción de la Justicia Penal de Atlántida ante los continuos delitos de usurpación.
Puntos de vista
Vecino: "Hay más robos y basura en el balneario"
"Tenía pensado ampliar mi casa para hacerle un dormitorio a mi hija. Ahora lo estoy pensando seriamente. Si el terreno de enfrente se llena de `okupas`, no sé si querré que ella viva acá con toda la inseguridad que esto acarrea. Con el incremento de las ocupaciones en Neptunia Norte, la basura empieza a abundar. También los robos. Vine aquí con el objetivo de vivir tranquilo y alejarme del desorden. Pero ahora pululan las ocupaciones y los rancheríos. El Estado debería ejecutar un plan de ordenamiento territorial para regularizar las ocupaciones de terrenos y darle una vivienda digna a esa gente. Pero se debe respetar la propiedad privada.
(Vecino de Neptunia Norte)
Ocupante: "Con mi mujer vivíamos en un monte"
"Hace tres meses que llegamos acá con mi esposa. Antes vivíamos en un bosque de El Pinar, en una carpa. Pero como mi esposa quedó embarazada salimos a buscar un lugar para la bebé. Estuvimos cuatro meses viviendo en un local de la Iglesia Evangélica adonde vamos. Un amigo me contó de estos terrenos. Llegué y me metí. Después armé un rancho con costaneros. Pero como se llovía lo cambié de lugar. Este rancho no se llueve. En el techo le puse nylon y una lona de camión. Además le armé un piso con costaneros para que el agua pasara por debajo. Vivimos de las changas que hago en El Pinar. Estoy seguro que no nos van a sacar. Me enteré que el dueño no quiere nada con el terreno".
(José, un ocupante)
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