12 Tage lang hat in Buenos Aires mit 2.000 Künstlern der Wettbewerb statt gefunden und mehr als 550.000 Besucher aus der ganzen Welt waren da.
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Buenos Aires | Victoria Molnar
"Yo soy del barrio de Tres Esquinas/ viejo baluarte de un arrabal/ donde florecen como glicinas/ las lindas pibas de delantal". Suena de fondo Tres esquinas, que fuera inmortalizado por la interpretación de Ángel Vargas y Ángel D`Agostino.
En la pista se unen en abrazo los partenaires, no hay competencia, sólo
entrega a la pasión por el tango en el Centro de Exposiciones del
barrio de Recoleta.
No importó si eran locatarios o extranjeros, amateurs o profesionales,
jóvenes o ancianos -incluso niños-, con vestidos de lentejuelas,
sombreros, estilizados tacos y hasta de babuchas hicieron que esta gran
milonga porteña durara dos semanas.
Al Mundial de Tango de Buenos Aires se presentaron 556 parejas de 37
países, pero los primeros lugares quedaron en manos argentinas.
Las parejas conformadas por Florencia Zárate Castilla y Guido Palacios,
y por Jésica Arfenoni y Maximiliano Cristiani ganaron en las categorías
de Tango Escenario y Tango de Pista, respectivamente.
En los podios de ambas finales también hubo representantes de Rusia,
Venezuela y Colombia, aunque recién a partir del cuarto puesto.
"Somos profesionales pero nos hacemos en la milonga, el tango es un
abrazo y si no hay respeto, si no hay amor, no se logra nada",
explicaron emocionados Cristiani y Arfenoni sobre la esencia de su
pasión.
"Soy de ese barrio de humilde rango,/ yo soy el tango sentimental./ Soy
de ese barrio que toma mate/ bajo la sombra que da el parral", prosigue
la letra de Enrique Cadícamo.
Oriundo de Montevideo, Matías Batista tiene 28 años y sintió el llamado
del tango a los 19 años y de ahí no paró: fue el único uruguayo que
este año llegó a disputar la final de Tango de Pista. Hace tres años, siguiendo su vocación "cruzó el charco" y hoy es bailarín profesional y profesor. A veces da seminarios en Montevideo.
Junto a su parternaire argentina Sonia Cantero tuvieron el honor de
estar el lunes pasado bajo las luces y la ovación del icónico Luna Park.
Como por reglamento del concurso ningún argentino que se presente a la
competencia puede hacerlo representando a otro país, Batista en vez de
representar a Uruguay debió concursar por Argentina.
"Mi mamá había empezado a tomar clases de tango y un día festejó su
cumpleaños en una milonga. Ahí me invitaron a algunas clases y ella me
insistió para que fuera la primera vez, me gustó y empecé en
Joventango", contó a El País sobre los inicios y agregó sobre su
residencia en Buenos Aires: "Estoy acá solamente por el tango, eso es lo
que me atrajo, acá tenés mucho tango en todos lados, muchas milongas,
muchos maestros, y mucha gente que viene de todo el mundo a conocer este
baile, al tango lo vienen a conocer acá. Lamentablemente en Uruguay no
está realmente bien difundido y tampoco va mucha gente. Entonces a la
hora de aprender y dedicarte a esto acá tenés otras ventajas. Allá se
necesita que se genere trabajo para que puedan vivir todos los que se
dedican al tango, porque también hay mucha gente haciendo tango en
Uruguay".
MÁS DIFUSIÓN.
Aunque ya ha quedado en el podio en el Concurso Metropolitano que se
realiza en la capital argentina, fue la primera vez que Batista bailó en
el escenario del Luna Park y que probó suerte en la categoría de Tango
Escenario.
Si bien no logró entrar en el podio de Pista dijo que la pasó "con
nervios pero bien" y en estos momentos está de viaje rumbo a Japón para
dar clases y hacer exhibiciones junto al estudio de tango de su maestro
Mario Morales con quienes este año también llevarán la pasión
rioplatense a Rusia.
"Siempre hay una cuestión de nervios, no es lo mismo que hacer una
exhibición de un espectáculo porque también es otro punto de vista
distinto que el de concurso. En general el ámbito del tango de Buenos
Aires no es de competencia, la mayoría somos amigos y nos ayudamos entre
todos todo lo que podemos. En el caso del tango escenario no llegamos
ni a la semi y es totalmente diferente que el de Pista porque te
enfrentas a cubrir un escenario enorme y el Pista es un abrazo que se
supone no se puede abrir, pero bueno ahí es la primera vez que yo llego a
la final, y seguiremos probando", explicó y señaló que a la hora de
elegir una pareja para bailar tango lo fundamental es la confianza para
sentirse cómodo.
Batista logró vivir del tango en Buenos Aires, aunque aclara que no es
fácil y por eso tienen que realizar exhibiciones en el exterior.
"Podríamos trabajar en una oficina y cobrar mejor que lo que estamos
haciendo. Pero, en realidad, lo que a mí me gusta ya mí compañera
también es bailar, e intentamos hacer lo que nos gusta aunque ganemos un
poco menos", afirmó y se lamentó de que "a nivel mundial si vos decís
tango, dicen Buenos Aires, Argentina" y que no se hace "mucha cosa para
que digan Uruguay también". En su opinión no es que hace falta más inversión sino más difusión y conocimiento del área.
"Tuve mi milonga en Buenos Aires, se llamaba `Mi tango`, siempre fue
muy difícil que el Estado ayude a hacer algo, siempre son los mismos los
que por ahí agarran un poco de plata, se reparte mal y hay gente que no
tiene mucho conocimiento porque es como que un albañil se ponga a hacer
cosas de abogado o viceversa, y entonces es un poquito más difícil",
acotó.
La promoción es lo imprescindible
"Vieja barriada que fue estandarte/ de mis arrojos de juventud.../ Yo
soy del barrio que vive aparte/ en este siglo de Neo-Lux", culmina Tres
esquinas y deja la nostalgia de lo que ha de ser recuperado.
En 2009, tras la presentación conjunta de Uruguay y Argentina, la
Unesco declaró al tango como Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad. En el Centro de Exposiciones porteño, Uruguay tuvo su stand de promoción, aunque algo austero. Sin embargo, si la cultura es forjada por la práctica, la tanguera no es la excepción.
Hubo seis parejas uruguayas en competencia: Sandra Luisa Curiel y
Horacio Aspiros que residen en Buenos Aires y representaron a
Montevideo; Ana María Campistrús y Martín Mondre-Campistrús a
Montevideo; Luisa Conde de Ben y Gustavo Imperial Maldonado también de
Montevideo; María Inés Pinto y Heber Fatigatti representaron a Pando;
los montevideanos Claudia Poiso y Javier Ibáñez (quienes clasificaron
directo a la semifinal en julio) en el Campeonato de Tango de la Ciudad. Dos parejas eran binacionales: la uruguaya Natasha Lewinger y el porteño Boris Maidanik; y Batista y con Cantero.
Sólo las tres últimas pasaron a la semifinal y de ellos Batista tuvo el
honor de que sus zapatos tangueros pisaran el escenario del Luna Park.
LOS QUE RECIBIERON HONORES
-Tango escenario. El jurado integrado por Pablo Verón, Laura Roata, Daniel Juárez, María Nieves, Guillermina Quiroga, Ana M.
Stekelman y Claudio Hoffmanm, otorgó los siguientes premios: 1) Guido
Palacios y Florencia Zárate (Villa Flandria, Luján, Argentina). 2) Nicolás Matías Schell y Macarena Schinca Rosas (Merlo, Argentina). 3) Juan Pablo Bulich y Rocío García Linedo (Buenos Aires, Argentina). 4) Matías Gabriel Casali y Talia Salomé Gorla (Tigre, Argentina). 5) Dmitry Vasin y Esmer Omerova (Rusia).
-Tango de pista.
El jurado integrado por Miguel Ángel Zotto, Pancho Pey, Lorena
Ermocida, Ana María Schapira, Elina Roldán, Melina Brufman y Daniel
García otorgó premios a: 1) Maximiliano Cristina y Jesica Arfenoni
(Buenos Aires, Argentina). 2) Fernando Ariel Carrasco y Jimena Hoeffner (Buenos Aires, Argentina). 3) Juan Malizia Gatti y Manuela Rossi (Buenos Aires, Argentina). 4) Frank Obregón y Jenny Gil (Caracas, Venezuela). 5) Edwin Enrique Espinosa Rodríguez y Alexandra Yepes (Arboleda, Colombia).
-Premios. El primer premio en cada categoría se llevó $ 40.000 argentinos. Además se entregaron premios secundarios y menciones para segundos y terceros puestos.
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